MUJER, ECONOMÍA Y CONSUMO

El 24 de octubre de 1975 marcó un antes y un después en Islandia. ese día, 25.000 mujeres salieron a las calles de la capital Reikiavik en una jornada de huelga que paralizó el país

¿Y que ocurriría en España?, 630 millones de euros sería el agujero en nuestra economía si todas las mujeres asalariadas dejaran de trabajar un día, además las familias y los hogares se quedarían en “standby” una media de 4 horas durante un día y la Seguridad Social dejaría de ingresar 164 millones de euros.

Son muy habituales los estudios de este tipo, incluso con más detalle que nos indican exactamente cuál es la aportación femenina al PIB español, y desagregándolo por actividades observamos que precisamente el sector del comercio es donde mayor incidencia tendría ese día de huelga femenina.

Y como decía al principio, ¿la economía puede soportar la no inclusión de las mujeres? ¿nos podemos permitir un mercado laboral sin mujeres?

Se ha estimado que las mujeres desembolsan en todo tipo de compras cerca de 160.000 millones en. servicios tan fundamentales como la compra o el transporte, así como que el mantenimiento de la vivienda o la restauración suponen más de la mitad del gasto femenino, los primeros en notar que las mujeres no consumen serían los supermercados, ya que el consumo de alimentos y bebidas representa el 14% del gasto de las mujeres. si dejasen de comprar por un día, las tiendas sufrirían unas pérdidas de 60 millones de euros, las empresas energéticas, de suministro de agua y de mantenimiento de la vivienda serían las segundas más damnificadas. y un día que las mujeres no consumieran, perderían casi 44 millones de euros, prácticamente la misma cantidad destinada por el gobierno central a apoyar a la pequeña y mediana empresa.

 

Los restaurantes y los hoteles, por otra parte, tendrían dos frentes abiertos: ver su plantilla reducida a más de la mitad y perder, en 24 horas, cerca de 40 millones de euros, pese a que salir a comer o hacer una escapada supone tan solo un 9% del gasto femenino.

Las mujeres son también quienes más usan el transporte público. en todos los tipos de locomoción, la proporción femenina supone más de la mitad de los viajeros en las ciudades más pobladas.

Pero esto no puede quedar en datos estadísticos porque seria como reconocer que el consumo es femenino y la economía es masculina.

Las mujeres deciden en un 80% sobre las compras del hogar, las vacaciones, la tecnología, las actividades educativas, los estudios realizados revelan que las mujeres dedican más tiempo a investigar estilos de vida sostenible y alternativas al automóvil; están más dispuestas a pagar más por productos reciclables y orgánicos, y generan más los desperdicios que los hombres.

La economía y el consumo sostenible empiezan a ser liderados por las mujeres , y seguro que a todos nos va a venir muy bien incluido el planeta Tierra.

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María Jesús Lorente Ozcáriz

Presidenta de Arame